Ya hemos hablado anteriormente de que el Big Data es y será una de las principales tendencias en los últimos años. Este término hace referencia al análisis de un volumen masivo de datos, para que, de esta manera, las compañías puedan acceder a una rápida y eficiente toma de decisiones.
En los últimos años se ha vivido una importante transformación digital en prácticamente todos los sectores y tecnologías, lo que ha hecho que los datos cobren mucha más importancia dada la creación de nuevas herramientas que explotan esta información y permiten profundizar en su contenido y las conclusiones del mismo, lo que influye tanto en la toma de decisiones como en la monetización de los esfuerzos.
Además, si unimos esto a la conciencia que han comenzado a tomar prácticamente todas las empresas de almacenar sus datos en la nube para garantizar su seguridad, ya es posible comenzar con estos análisis sin necesidad de fuertes inversiones.
Antes de comenzar con la implementación de esta estrategia, uno de los puntos principales es que la empresa sea consciente de su situación respecto a la gestión y calidad de los datos, para establecer unas bases en las que se centrará todo el trabajo posterior de recogida, análisis y muestreo de datos.
Por ello, lo primero que se debe hacer es identificar las necesidades y el volumen de madurez de la empresa, y reconocer así cómo comenzar a trabajar para ellas.
Una de las herramientas clave de procesamiento de datos es Power BI. La herramienta de Business Intelligence de Microsoft permite crear diferentes dashboards en los que se muestren informes personalizados de diferentes áreas. Además, permite conectar bases de datos de diferentes ubicaciones y formatos y cruzarlos, presentándolos en un mismo cuadro de mando.
Power BI es, sin duda, la solución de Business Intelligence estrella entre las empresas.