Seguro que alguna vez has bajado una App o visitado una web que te pedía registrarte, y, por ese motivo precisamente, te has ido.

Si te preguntan por qué has dejado el proceso de registro a la mitad o por qué te has bajado una App que nunca has utilizado, posiblemente tu respuesta será: ¨Me da pereza¨.

El trabajo de un experto en UX es crear un producto que no genere esa pereza en el usuario, o mucho mejor, que enganche.

Hasta la aplicación más sencilla puede conseguirlo y todo suele empezar con un buen proceso de registro.

En primer lugar vamos a analizar los puntos que se extraen de este artículo que hemos escogido como fuente de referencia sobre las mejores prácticas a la hora de crear una experiencia de usuario de bienvenida que marque la diferencia en la primera visita.

El “onboarding“, o en castellano, el “embarcarse” en una aplicación es la primera sensación y experiencia que recibe el usuario al abrirla. Para que ésta sea positiva, hay que tener una serie de factores en cuenta que muchas veces no cuidamos, por lo que la UX se acaba convirtiendo en un desastre. Estos son los problemas más comunes:

• Salirse de la App nada más empezar.
• Cancelaciones de la instalación de la App
• Bajas o nulas conversiones de gratis a pago

Esto ha sido objeto de estudio por muchos profesionales, por lo que es preciso hacer hincapié sobre unos sencillos pasos sin los cuales estamos destinados a fracasar en nuestro diseño de UX y por ende, en nuestro proyecto:

La experiencia debe estar centrada 100% en el usuario, de manera que éste disfrute y se enganche.

Haz que la App le hable de tú a tú al usuario, haciendo que el proceso de registro sea mucho más cercano. Pregúntale cosas, hazle sentir una experiencia personalizada.

Un gran ejemplo de esto es la aplicación Canva. 

Tú eres un experto en el producto, te has leído el briefing, has hablado con el cliente, pero el usuario posiblemente no tenga ni la mínima idea de qué va esa aplicación.

Para captar su atención, lo mejor es presentarle una historia: explícale paso a paso lo que debe hacer, y hazlo de forma entretenida y divertida. Estas historias conseguirán motivar al usuario a seguir utilizando la App.

Todas las aplicaciones y proyectos deberían generar un momento en el que los usuarios piensen: “Ahá!”.

Estos momentos “Ahá!” se identifican como pequeñas victorias, es la sensación que tiene el usuario cuando consigue algo.

Todos los usuarios nos hacemos adictos a estos momentos. Por ejemplo: esa sensación que tienes al ver el círculo rojo en el icono de notificaciones de Facebook, ese pequeño subidón es el “Ahá!” de Facebook para que te enganches.

Lo más difícil es medir el momento “Ahá!”, pero esta herramienta que os presentamos os puede ayudar a ver cómo se mueve el usuario por tu aplicación y a dónde dirige su atención.

Con todo lo dicho anteriormente y estos truquitos que os vamos a contar ahora, ya no puedes fallar.

Sí, has leído bien: deberes.

Procura que el primer contacto del usuario con tu app no sea pasivo, anímale a contestar cosas o a hacer pruebas. Los mejores sitios para ponerlos son el tutorial de inicio o explicaciones:

Si utilizas una interfaz de usuario con un diseño minimalista y limpio, posiblemente el usuario tarde un poco en entender qué es. Por tanto, utiliza los tooltips para guiar y explicar.

Las barras de progreso y las listas siguen un principio psicológico muy básico: nos gusta completar cosas.

Hay que tener cuidado de no agotar al usuario rellenando formularios interminables o viendo tutoriales con barras de progreso eternas.

Los coach marks son una de las maneras más innovadoras de captar la atención e informar al usuario. Consisten en ventanas a tamaño completo que crean una especie de transparencia sobre nuestra app web, que nos explican los puntos más importantes.

Por hoy se ha terminado la lección pequeños diseñadores.

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Escrito por Montse Morales, Senior Designer en Bravent.