La mayoría de las empresas que se encuentran en proceso de transformación digital optan por la implantación de la Inteligencia Artificial en sus procesos. Esto no es de extrañar ya que, entre otras cosas, facilita el trabajo, automatiza tareas y es capaz de aprender de los datos que se le faciliten. Uno de los sectores líderes es el energético, ya que es un servicio del que precisamos la totalidad de la población. ¿Cómo mejorar el servicio de energía a través de la Inteligencia Artificial?
La Inteligencia Artificial consigue reinventar el sector energético con su aplicación, y parece que un gran número de empresas ya se han dado cuenta. De hecho, según una encuesta de Infosys, el 29% de las compañías energéticas del mundo ya ha comenzado a implantar soluciones de IA, otro 20% reconoce que está dentro de sus proyectos anuales; y tan solo un 4% no cuenta con la Inteligencia Artificial dentro de sus planes.
Con todos estos datos en cuenta, solo nos queda responder a la pregunta: ¿Cómo se aplica esta tecnología en el sector energético?
- Smart grids. Se trata de una red inteligente que es capaz de realizar análisis en tiempo real, lo que permite conocer el nivel de oferta y demanda en directo, además de detectar errores o fraudes en cualquier parte de la cadena de suministro. De esta manera, las incidencias se pueden gestionar de una manera mucho más sencilla y eficaz, y nos facilita la detección de picos de consumo y conocer el consumo de determinadas zonas del país.
- Anticipar la demanda. Smart Grids nos permite conocer la demanda en tiempo real, cosa que es muy útil; pero lo es más cuando nos facilita predecir esa demanda de cara a meses o años, facilitando el proceso de toma de decisiones de cualquier empresa. Y es que hace ya dos años se desarrolló un algoritmo que, en base a los datos de los últimos 30 años y el análisis de 14 variables, se ha conseguido conocer el consumo de energía que se espera en España con un año de antelación.
- Eficiencia energética. Con la anticipación de la demanda, ya podremos saber un dato prácticamente exacto del consumo que se va a realizar, evitando de esta manera el desperdicio de recursos y obteniendo un ahorro de hasta 25.000 millones de kWh, como es el caso del termostato inteligente de Google.
- Conocer las averías con antelación. El mismo análisis en tiempo real ya mencionado monitoriza la calidad y la situación de los materiales, permitiendo la detección temprana de componentes que estén a punto de estropearse y evitar así averías de mayor importancia.
El ahorro de costes es uno de los puntos fundamentales para la implantación de la Inteligencia Artificial en el sector energético, pero, más allá del factor económico, esta tecnología puede mejorar la calidad de vida de todos los clientes de tu empresa, contando con un servicio ininterrumpido y eficaz que será el factor clave que te diferencia de la competencia.