Preparándonos para el futuro: la Realidad Mixta en el comercio físico

La Realidad Mixta es una de las tecnologías principales que están adoptando las empresas que buscan ofrecer a sus clientes experiencias innovadoras, pero, teniendo en cuenta que es una tecnología emergente, todavía quedan muchas aplicaciones que descubrir.

Uno de los puntos clave que, además, aporta un gran valor añadido y una diferenciación en la experiencia de usuario es la personalización. La Realidad Mixta puede ofrecer una experiencia de compra única y adaptada a las necesidades de cada persona, facilitando la satisfacción e incrementando las ventas.

[Tweet «Uno de los grandes valores añadidos que ofrece la #RealidadMixta: la personalización vía @bravent»]

Teniendo en cuenta el informe realizado por la consultora Frost & Sullivan en el que muestra que solo un 23% de los consumidores considera que en 2030 realizará todas sus compras online, no debemos olvidar el papel fundamental que seguirán teniendo las tiendas físicas. Sí, los comercios a pie de calle seguirán facturando, pero los clientes serán cada vez más exigentes y se debe marcar la diferencia.

En este contexto, una tienda que ofrezca experiencias personalizadas de Realidad Mixta permitirá a los usuarios probar los productos de una manera única antes de comprarlos, permitiendo conocer cómo puede quedar un mueble en nuestro salón y sus diferentes colores; cómo combinan unos zapatos con una camiseta e incluso visualizar apartamentos completos desde la propia oficina de la inmobiliaria.

[Tweet «Realidad Mixta: uniendo lo mejor de los mundos de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada»]

La Realidad Mixta une lo mejor de los mundos de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, simulando entornos en el propio espacio físico, haciéndolo más realista y mucho más sencillo de interactuar para clientes sin experiencia previa en esta tecnología.

En un futuro cada vez más cercano, las tiendas deben comenzar a adaptarse a lo que está por venir, no solo por diferenciarse del resto, sino también por tratar de ofrecer la mejor experiencia de atención al cliente posible. Las tiendas físicas experimentarán una transición natural que hará que dejen de ser lugares con determinados productos para pasar a ser centros que ofrezcan experiencias personalizadas e inmersivas que solo se podrán disfrutar acudiendo al establecimiento.