De acuerdo con el último estudio publicado por el Foro Económico mundial (WEF en sus siglas en inglés), un tercio de las habilidades requeridas por las empresas para sus trabajadores formarán parte de la categoría Soft Skills. Esto obliga a las empresas a modificar sus procesos de selección para poder evaluar las habilidades de los candidatos y prever así su desarrollo en la compañía. Las competencias vinculadas a la inteligencia emocional se postulan como las más atractivas en el caso de los perfiles tecnológicos, ya que aseguran que los trabajadores son capaces de interpretar y gestionar tanto las emociones propias como las ajenas, lo que facilita el desarrollo del trabajo en equipo y la eficiencia en las comunicaciones.
El desarrollo de las Soft Skills es también la respuesta a otro de los grandes problemas del sector tecnológico: la elevada tasa de rotación. Cuando se alinean las habilidades emocionales con los objetivos de la compañía aumenta significativamente el sentimiento de pertenencia, por lo que el trabajador se inclinará por desarrollarse dentro de la compañía. Teniendo en cuenta que el sector IT es uno de los que más profesionales demandará en los próximos años, las habilidades personales serán clave para las compañías que quieran disminuir el coste provocado por la alta rotación.
Una de las habilidades que habitualmente se olvida es la creatividad. La creatividad es un arma poderosa en el mundo tecnológico, ya que la capacidad de pensar de forma diferente es la responsable de encontrar nuevas soluciones a problemas comunes, lo que aporta valor a las soluciones desarrolladas diferenciándolas del resto. Cada vez es más común encontrarse con puestos de trabajo que exigen la capacidad de negociación y la comunicación efectiva como requisitos indispensables, debido a la versatilidad que ofrecen estas destrezas en el ámbito de la consultoría. Por último, la gran estrella entre las aptitudes requeridas en el mercado es la capacidad para trabajar en equipo, que tiene cada vez una mayor importancia debido al uso de metodologías ágiles, ya que cada parte del proceso de un proyecto depende del éxito de la anterior.
A pesar de que los primeros estudios acerca de las Soft Skills datan de los años 90, será a partir de 2020 cuando ganen la importancia que merecen en el desarrollo profesional. Una vez que las empresas comiencen a evaluar y medir las habilidades interpersonales, podrán colocar a cada persona en el proyecto que más encaje tanto con sus capacidades tecnológicas como con su personalidad, consiguiendo así trabajadores más comprometidos y felices con su desarrollo.
Para finalizar, una de las formas más innovadoras que ha probado su eficacia mejorando el desarrollo de las habilidades es mediante los videojuegos. Existen estudios, como el de Evaluación y diseño de videojuegos: generando objetos de aprendizaje en comunidades de práctica (Del Moral et al, 2012), que relacionan videojuegos comerciales con el desarrollo de capacidades transversales, lo que constituye una forma de desarrollo amena y llamativa para la comunidad de desarrolladores.
Nosotros ya lo estamos aplicando desde hace mucho tiempo, ¡y os aseguramos que funciona!
