Cómo ser más competitivos en el desarrollo de software

No hay duda que uno de los objetivos que persiguen hoy en día las empresas es nuevas fórmulas para ser más competitivos en el mercado, y la industria de desarrollo de software no es menos.

Es una industria que evoluciona constantemente y los resultados no son aún los esperados. Unas de las soluciones por las que las grandes multinacionales están apostando hoy en día es la industrialización del software, un proceso que consiste en cambiar el clásico modelo de  “bodyshopping” y el desarrollo “artesanal”,  a un modelo de industrialización orientado a servicios en metodologías ágiles o CMMI,  esto nos lleva a conseguir una mayor competitividad en el mercado, permitiendo ahorros de tiempos en el desarrollo y uso de recursos dedicados en los proyectos y garantizando lo más importante, unos niveles altos de calidad medidos bajo ANS.

 

¿Y cómo se consigue cambiar de modelo?

  • Utilización de metodologías unificadas y sencillas, soportadas en herramientas que faciliten y agilicen las tareas.
  • Disponer de especialistas en las actividades de un proyecto (funcionales, arquitectos,  diseñadores, tester) que además sean especialistas en las tecnologías.
  • Trabajar con diferentes metodologías de desarrollo según la tipología de proyecto y tecnología a aplicar.
  • Trabajar en modo pool de recursos especialistas en áreas, para situar al profesional adecuada en cada tarea.
  • Construir un modelo de trabajo basado en la mejora continua de las metodologías de desarrollo.

 

Orientar nuestra empresa hacia una industrialización y especialización de servicios nos ayudará sin duda a ser más competitivos en el mercado y nos aportará muchas otras ventajas:

  • Gestión de la demanda más óptima y flexibilidad en las cargas de trabajo.
  • Gestión del conocimiento, aprovechando y reutilizando los componentes certificados.
  • Mejora de la calidad del producto, basándonos en una metodología de control y aseguramiento de la calidad.
  • Mejora en la productividad y eficiencia, ya que se realizan más tareas con menos recursos.
  • Mejora  la rentabilidad de los proyectos y servicios, ya que se reduce el tiempo de desarrollo y por lo tanto el coste.